“Experimento Bipolares” es una obra site specific, una intervención en el espacio público que convoca a intérpretes  locales para explorar en conjunto un dispositivo escénico relacional (Paño negro que une las cabezas). El trabajo, induce al intérprete, a través de este “Tubo” negro, a salir de sí mismo para entrar en el otro, en un “nosotros” desconocido, formando  en conjunto un entramado espacial y psicológico donde soy espejo de otro, su opuesto o su eco. Inmersos en este “dispositivo relacional”, la invitación es a entrar en la temporalidad de “la escucha”, en la que  el espacio entre un cuerpo y otro se vuelve denso y significativo, cargado de simbolismo, para construir una arquitectura psicológica que interviene la arquitectura urbana, resinificándola, problematizando el espacio de tránsito y las relaciones humanas.

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En esta instalación humana, los cuerpos van entramando lecturas significantes, constelaciones que invitan al espectador a entrar en los  laberintos del inconsciente y las relaciones humanas.  El inconsciente colectivo se manifiesta físicamente en el espacio a través de las líneas que unen los cuerpos, proponiendo arquitecturas sensibles y psicológicas para desnudar lo relacional. Esta obra propone una temporalidad suspendida en una densidad inquietante,  que abduce  al espectador en una interrogante. Los cuerpos se van diseñando escultóricamente en el espacio donde emergen los gestos y las preguntas, produciendo una detención donde emerge “el vínculo” y todas sus complejidades.

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Esta obra contempla 4 sesiones de montaje previo a la función, en las que se construye la intervención junto a los bailarines locales, constituyendo un intercambio vivencial con la comunidad, un encuentro en el que los participantes están conminados cubrir sus rostros por una tela negra, para dejar atrás la identidad del intérprete, no importará entonces  el color, ni la procedencia, unidos deberán practicar la escucha y la conciencia grupal para construir en conjunto, una pieza performática.

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El entrenamiento está guiado por los bailarinas de la compañía Atomicadanza. La dirección y montaje de la intervención está a cargo de Ana Barros, directora de la compañía.